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Wednesday 8 March 2023


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Sunday 26 February 2023

Wednesday 22 February 2023

El análisis del colesterol sanguíneo es uno de los más frecuentes y al llegar a cierta edad, el valor suele aumentar a niveles por encima de los establecidos como máximos permisibles para una buena salud.
La medicina recomienda adoptar ciertas medidas a nivel nutricional y de ejercicio físico, pero en caso de no llegar a reducir los niveles, se pasa a la terapia farmacológica con las estatinas.
Está reconocido por la medicina convencional que las estatinas pueden producir efectos secundarios, como daño muscular, hepático, neurológico y aumenta el riesgo de diabetes. Pero debido a la gravedad de los posibles repercusiones que puede llevar asociado un colesterol elevado, como son el riesgo de sufrir un infarto o una embolia, se argumenta que los beneficios de las estatinas compensan los inconvenientes.
¿No hay otra solución que tomar estos medicamentos para controlar el colesterol? ¿Cuál es la razón por la que algunas personas tienen el colesterol elevado?


Continue reading El colesterol

El problema del colesterol, como bien explica la medicina, es que forma unas placas alrededor de las paredes de los vasos sanguíneos que impiden la circulación sanguínea, con el consiguiente riesgo de padecer graves enfermedades cardiovasculares.

Pero lo que no explica la medicina es por qué razón se producen estas placas de colesterol.

El colesterol tiene diversas funciones en el cuerpo. Es una sustancia necesaria como constituyente de la membrana de todas las células, pero también el cuerpo la utiliza para reparar daños que se han producido en tejidos, tal y como explica la Dra. Campbell Mc-Bride en su libro “Put your heart in your mouth”.

Así pues, cuando por alguna razón los vasos sanguíneos han sido dañados, el colesterol es una de las sustancias necesarias para repararlos, produciendo una especie de “crosta”, al igual que sucede en los rasguños en la piel. Esta protuberancia son las famosas placas de colesterol.

Así que el colesterol se asemeja a la función de los bomberos cuando hay un incendio: van a apagar el fuego, es decir, reparan la herida.

El hígado produce la cantidad de colesterol que el cuerpo necesita en cada momento, y una producción elevada indica que hay una cantidad considerable de daños en los diferentes tejidos del organismo.

Si se disminuye el nivel de colesterol con medicamentos, se ralentiza la función de los bomberos, por lo que los daños no se reparan correctamente.

Evidentemente, tampoco podemos correr el riesgo de que se formen estas placas de colesterol.

Así que la solución es buscar la razón por la que el cuerpo está necesitando tanto colesterol, es decir, por qué se produce un daño en los tejidos.

Principalmente hay dos tipos de sustancias que pueden dañar los tejidos: un agente tóxico y los radicales libres derivados de una reacción inmunitaria o una radiación. Es decir, cualquier enfermedad que active el sistema inmunitario o cualquier sustancia tóxica a la que hemos sido expuestos, sea por el aire, el agua, en los alimentos, etc.

Pero nuestro sistema inmunitario no reacciona de la misma forma en todas las enfermedades. Los mecanismos utilizados difieren según si se dirige contra virus, bacterias, alimentos, tóxicos, alérgenos, etc. ¿Cuáles de estas sustancias son las más probables de causar los daños en los tejidos? Si fuera en el caso de una reacción inmunitaria por virus y bacterias, entonces cuando sufrimos un resfriado, una gripe, etc., aumentaría el colesterol y también lo harían los infartos y embolias, cosa que no sucede. No hay una asociación entre estas dos enfermedades. Tampoco lo hay entre alergias y enfermedades cardiovasculares. Así que lo que nos quedan son los alimentos y los diferentes tóxicos, lo cual es más razonable, ya que esta exposición es crónica, al igual que lo son las enfermedades cardiovasculares.

¿En qué circunstancias el cuerpo reacciona ante alimentos? Pues por una gran cantidad de razones, entre las que se encuentran principalmente: las intolerancias alimentarias, los alimentos genéticamente modificados y otros alimentos sintéticos o artificiales.

En cuanto a las intolerancias alimentarias, las más comunes son los productos lácteos, el gluten y los cereales modernos, los frutos secos, los huevos y la soja. Pero se puede ser intolerante a cualquier alimento.

Para determinar las intolerancias alimentarias existen análisis clínicos que la medicina alternativa utiliza, además de otras diferentes técnicas, como las dietas de eliminación y reintroducción.

Así que las acciones necesarias para disminuir el colesterol son, en definitiva, las mismas necesarias para estar bien de salud: disminuir nuestra exposición a los tóxicos y llevar una alimentación correcta.

Así que quizás las medidas que en un principio preconiza la medicina son correctas: mejorar la alimentación y hacer más ejercicio. El problema es que la dieta recomendada por los médicos para tratar el colesterol, o cualquier otra enfermedad, no es la correcta; no es suficiente simplemente llevar una “dieta equilibrada”. Hay que empezar por investigar posibles intolerancias alimentarias.

Las intolerancias alimentarias no solamente producen problemas asociados a enfermedades cardiovasculares; están implicadas en la mayoría de enfermedades: respiratorias, gastrointestinales, musculares, óseas, inflamatorias, neurológicas, etc.

Me gustaría añadir una reflexión sobre cómo considerar las enfermedades en general. Al igual que tener el colesterol elevado es una reacción de nuestro organismo frente a un agente dañino, y lo que se debe evitar es ese agente, y no entorpecer dicha acción, porque es la forma en que el cuerpo está defendiéndose o reparándose del daño, lo mismo sucede con todas las enfermedades en general.

Tenemos la concepción de que el cuerpo se equivoca cuando aumenta el colesterol, o cuando tiene fiebre, o tos, o mucosidad, etc. Y lo que hacemos es aliviar los síntomas, disminuyendo con medicinas estas reacciones (el colesterol, la fiebre, la tos, etc.). Pero con ello estamos impidiendo que el cuerpo pueda restablecerse correctamente.

Nuestro cuerpo no se equivoca; todo lo contrario, es muy sabio. Así que en general, la forma de actuar debe ser siempre buscar la causa de estas reacciones de nuestro organismo, respetarlas y no impedirlas.

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Tuesday 17 January 2023

El efecto que cada alimento tiene en nuestra salud es extremadamente complejo, ya que es multifactorial. En una misma persona, puede ser diferente según su estado físico y emocional, y evidentemente, difiere según la persona. Pero estudiando muchos casos, se puede deducir cuál es la tendencia de ciertos alimentos.
En la mayoría de personas, el cuerpo suele adaptarse a la consumición de nuestros alimentos cotidianos, desarrollando una tolerancia. Es decir, aunque se trate de alimentos que le son perjudiciales, el cuerpo no muestra ningún efecto adverso aparente; de la misma forma que cuando se empieza a fumar o a tomar alcohol se sienten sus efectos, pero después de un tiempo el cuerpo se acostumbra y ya no reacciona, lo mismo pasa con ciertos alimentos.
En este artículo trato de hacer un resumen de la relación que existe entre la consumición de ciertos alimentos y nuestra salud.
 
Debido a esta tolerancia que solemos desarrollar a productos que son perjudiciales, a menudo para poder experimentar si realmente un alimento es inofensivo puede ser una buena idea dejar de tomarlo durante un tiempo, el suficiente para que el cuerpo se “desacostumbre” y pierda la aparente “tolerancia”, y reintroducirlo de nuevo. Al eliminar un alimento perjudicial puede suceder que la persona se encuentre mejor o peor, dependiendo de varios factores. Pero principalmente es en el momento de la reintroducción en el que mayoritariamente vamos a experimentar un empeoramiento, el cual puede producirse a las pocas horas, o hasta días después de haber empezado su reintroducción.
Dando esta lista de posibles relaciones, podemos estar más alerta y poder hacer la asociación enfermedad-alimento más fácilmente en general.
Esta información la he obtenido a partir de mi experiencia como terapeuta nutricionista. Algunas relaciones son conocidas por otros nutricionistas, pero la mayoría son deducciones a las que he llegado yo misma y son nuevas aportaciones.
 
Enfermedad Alimento
Cáncer de mama soja (cuando deja de tomarse después de haber tomado durante unos años).
Osteoporosis lácteos, carne, pescado, cereales
Enfermedades cardiovasculares grasas y aceites
Nerviosismo, insomnio, pulsaciones aceleradas café, té, chocolate
Estreñimiento gluten, zanahoria, arroz, pescado. En menor grado: carne, hojas verdes
Laxante aguacate, cítricos, grasas
Problemas circulatorios, sensibilidad al frío, síndrome de Raynaud azúcares rápidos (azúcar, jarabe, miel, fruta seca) y azúcares lentos o carbohidratos (féculas, cereales)
Fragilidad de uñas Carbohidratos, azúcares rápidos (azúcar, jarabe, miel, fruta seca) y azúcares lentos o carbohidratos (féculas, cereales)
Pesadillas frutos secos, granos, pipas, lácteos
Síndrome premenstrual huevos, frutos secos, granos, lácteos, carne, pescado
Lentitud mental, falta de memoria carne, pescado
Fatiga y/o dolor muscular tomate, pimiento, cítricos, kiwi, piña
Diuréticos verdura
Somnolencia, cansancio, ojeras alcohol, lácteos, carne, pescado. En menor grado: hojas verdes, sal
Dolor de cabeza lácteos, productos fumados (salmón), alcohol. En menor grado: sal
Dolor de piernas huevos
Enfermedades dermatológicas aceites, aguacate, coco, olivas, frutos secos
Inflamación de hígado lácteos, chocolate, grasas, plátano
Rampas musculares azúcar, miel, jarabes, fruta seca, exceso de fruta
Enfermedades oftalmológicas, conjuntivitis azúcar, miel, jarabes, fruta seca
Enfermedades de las articulaciones aceites y grasas
Hemorroides aceites y grasas
Lombrices intestinales azúcar y jarabes
Problemas gastrointestinales gluten, lácteos, legumbres
Enfermedades renales hierbas e infusiones

Después de leer esta lista os preguntaréis: entonces, ¿qué podemos comer? Pues lo mejor es comer solamente fruta y verdura, pero con ciertos límites y sabiendo que también pueden tener algunos efectos no deseados, aunque su repercusión es muy baja comparado con los otros alimentos. Por ejemplo, los cítricos pueden ser excesivamente laxantes, y provocar cierto dolor muscular y fatiga, así como el tomate y el pimiento, y la verdura es muy diurética.
















 

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Friday 30 December 2022

La dieta mediterránea tiene fama de ser una de las más sanas del planeta. Comparando la consumición de diferentes alimentos en los países europeos centrales y nórdicos, respecto a los del Mediterráneo, podemos observar que hay claras diferencias en cuanto a su alimentación.
Las ventajas de la dieta mediterránea suelen asociarse al hecho de privilegiar el aceite de oliva, el pescado, los frutos secos, las legumbres, los cereales integrales, las frutas y verduras, y de moderar la carne roja y los dulces.
Para dilucidar cuáles son las verdaderas razones del éxito de la dieta mediterránea, vamos a comparar países mediterráneos como España, Italia, Grecia, Francia y Turquía con países del centro o norte como Alemania, Holanda, Suiza, Bélgica y Reino Unido.
Fruta vs. azúcar y lácteos

Fruta: 1) Turquía, 2) Bélgica, 3) Portugal, 4) Italia, 5) Grecia, 6) España


Azúcar: 1) Bélgica, 2) Suiza, 3) Holanda, 4) Alemania, 5) Francia, 6) Reino Unido (fuente)
Lácteos: 1) Finlandia, 2) Holanda, 3) Suiza, 4) Reino Unido, 5) Italia, 6) Francia


En España existe la costumbre de tomar la fruta de postre. Aunque tomar la fruta a continuación de otros alimentos cuya digestión es más lenta, como la carne, el pescado o los cereales, no es lo ideal, es preferible que tomar un lácteo de postre, como acostumbran a hacer los franceses con sus quesos y yogures, o un dulce, como los suizos y alemanes.
Los países mediterráneos se encuentran entre los que consumen más fruta de toda Europa y menos azúcar, mientras que los del norte y centrales son campeones en cantidad de azúcar y lácteos consumidos y están en la cola de cantidad de fruta ingerida.


Carne vs. pescado

En este caso la comparación no es tan clara. Hay países mediterráneos, como España, que se encuentran entre los mayores consumidores de pescado y su posición en la consumición de carne es más baja. Alemania también es un caso claro de país nórdico con alta consumición de carne y baja consumición de pescado.
En otros países se produce el fenómeno contrario. Italia, por ejemplo, es un país mediterráneo que tiene una consumición de carne relativamente elevada comparada con la del pescado. Y un país nórdico como Noruega se encuentra entre los países con una ingesta de pescado más elevada y de carne más baja.
Se apunta al pescado como uno de los alimentos clave de dos dietas saludables: la mediterránea y la de Okinawa (Japón). Pero existen otros países donde el consumo de pescado es todavía más elevado que el del Mediterráneo y Japón. En este gráfico animado de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), se puede comprobar como los dos mayores consumidores de pescado por cápita en un período que va desde 1962 hasta 2018 han sido Islandia, Maldivas, Kiribati, Hong Kong, Macao y Portugal, cambiándose las posiciones según los años. Japón ha ocupado durante muchos años la tercera y cuarta posición, pero desde el 2006 ha ido perdiendo posiciones, hasta situarse la última década por debajo de la décima posición. España nunca ha estado entre los diez primeros consumidores de pescado ni ningún otro país del Mediterráneo.
Así que no creo que la consumición de pescado sea una de las claves tan importantes del éxito de la dieta mediterránea.




Verdura

1) Turquía, 2) Grecia, 3) España, 4) Italia, 5) Portugal, 6) Francia

La cantidad de verdura que se consume en la zona del Mediterráneo es claramente superior a la de los países centrales y nórdicos.


Aceite de oliva vs. mantequilla

En los países mediterráneos se utiliza principalmente el aceite de oliva para cocinar, mientras que los nórdicos se decantan tradicionalmente hacia la mantequilla y las grasas animales.
Al contrario de lo que algunos eslogans publicitarios publicitan a favor del aceite de oliva como principal responsable de que la dieta mediterránea sea tan sana, no creo que la elevada consumición del aceite de oliva beneficie la salud de los mediterráneos, sino el hecho de que suplante a la mantequilla, margarina y grasas animales, las cuales son más perjudiciales que el aceite.




Arroz

1) Turquía, 2) Portugal, 3) España, 4) Bélgica, 5) Italia, 6) Francia

El consumo de arroz en los países mediterráneos es en general más elevada que en los países del centro y norte.
El arroz acostumbra a sustituir al trigo como cereal fuente de carbohidratos. En España se comen diferentes platos a base de arroz de primer plato, como la paella, en lugar de pasta o pizza.


Cereales integrales y legumbres

No he podido encontrar estadísticas sobre el consumo de cereales integrales en los diferentes países europeos, pero como persona de nacionalidad española que soy, y que ha estado y conoce diferentes países del Mediterráneo y de Europa en general, puedo asegurar que el consumo de cereales integrales es marginal. Los cereales consumidos son principalmente refinados.
Tampoco no se encuentran datos concretos sobre el consumo de legumbres, pero sí que es cierto que en los países mediterráneos se consume más legumbres que en los del centro y norte. Es posible que el hecho de que las legumbres reemplacen a los cereales con gluten o la carne suponga una ventaja en la dieta Mediterránea.


Frutos secos

Aunque no he podido encontrar estadísticas públicas sobre el consumo de frutos secos en Europa, sí que está disponible la clasificación del consumo de almendras:

1) España, 2) Holanda, 3) Grecia, 4) Túnez, 5) Italia, 6) Alemania (fuente)

Así que al menos en lo que se refiere a las almendras, sí que es cierto que en general en los países mediterráneos es más elevado. Es muy posible que también sea así para las avellanas, piñones y pistachos.
Los frutos secos se utilizan en España para confeccionar dulces (como en el turrón, polvorones, cocas, mazapán, panellets, tarta de Santiago …), en el snack, e incluso como aperitivo o postre. También se incluye en algunos platos (como las espinacas a la catalana, el pollo relleno de Navidad, las picadas, el pesto, etc.). Así que normalmente es un substituto de la harina de trigo en la pastelería, de dulces en los postres y de bocadillos en las meriendas, aunque a veces también puede ser que reemplace la fruta en los postres o meriendas.
Por ejemplo, en Navidad, mientras que en otros países se toman postres a base de harina (como el “pain d’épice” francés o el “panettone” italiano), o de chocolate (como en Suiza), en España se toman turrones, polvorones y mazapán donde el ingrediente principal son las almendras.
De nuevo, no creo que sean las propiedades que los frutos secos tienen en sí mismos lo que supone una ventaja en la dieta mediterránea, sino el hecho de que reemplazan a otros ingredientes que son mucho peores para la salud, como la harina de trigo.


Conclusión

Las claves de la dieta mediterránea creo que son la alta consumición de fruta y verdura, la preferencia del aceite sobre la mantequilla, de la fruta sobre el azúcar y los lácteos, del arroz y de frutos secos sobre el trigo, y ocasionalmente legumbres en lugar de carne o cereales. No está claro que la consumición de pescado ni de cereales integrales sea destacable en la dieta mediterránea.

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