¿Sufristeis alguna vez algún problema importante de salud durante la adolescencia o en la juventud temprana, una enfermedad completamente diferente a los de la infancia?
Observando mi entorno familiar y de amistades, he encontrado que entre los 13 y los 20 años aproximadamente, muchas personas sufren una enfermedad importante, normalmente de tipología extraña. Sucede a menudo después de un evento importante en su vida. Y a los muchachos les ocurre más a menudo que a las chicas.
Mi sobrino empezó a padecer una enfermedad del corazón, una miocarditis, cuando tenía 16 años, que le ha obligado a acudir al hospital varias veces.
Una de mis sobrinas entra en una anorexia que la obliga a ser hospitalizada cuando tiene 17 años, al empezar a salir con un chico.
En una de mis hijas, un fibroadenoma (tumor mamario benigno) se desarrolló pocos días después de empezar a salir con su novio.
El chico que se convirtió luego en mi marido, fue hospitalizado por una mononucleosis de garganta, (también denominada “enfermedad del beso”), pocos días después de empezar a salir juntos. Fue la única vez en su vida que ha estado hospitalizado.
Durante la adolescencia, mi hermano sufrió un problema renal grave que le obligó a ser hospitalizado. No lo puedo relacionar con ningún evento destacable, porque por aquel entonces yo era todavía muy pequeña.
El hijo de unos amigos padeció un linfoma a los 13 años, del cual tuvo que ser operado y ser sometido a quimioterapia.
Uno de mis clientes sufrió una fuerte lumbalgia unos días después de empezar una nueva relación, unos años después de su divorcio.
En mi caso, me aparecieron unos fibroadenomas en la edad que tuve mi primer beso.
Es mucha casualidad… ¿podría haber una relación? ¿Podría ser que el primer amor pueda ser la causa de padecer una enfermedad, a menudo grave, en la adolescencia o la juventud?
La medicina convencional dirá que si existe una conexión entre la primera relación de pareja y cierta enfermedad, será causada por un contagio. ¿Pero cómo se explica en el caso de los fibroadenomas, o una lumbalgia, por ejemplo, cuando no son causadas, en principio, por ningún virus o bacteria?
La teoría de la Nueva Medicina Germánica o la decodificación biológica da una explicación más plausible. Según estas aproximaciones alternativas, un trauma o choque emocional puede impactar de tal forma a una persona que la lleve a desarrollar una enfermedad importante, como puede ser un cáncer. Normalmente este tipo de traumas son negativos: la pérdida de un ser querido, una separación, un despido, etc. Pero puede tratarse también de un choque emocional positivo, que tenga un gran impacto en la psique de la persona. No sé cómo lo vivisteis vosotros, pero yo calificaría mi primer beso como una de las experiencias más intensas e impactantes que he experimentado en mi vida.
Pero hay muchas cuestiones: ¿por qué a cada persona le afecta de un modo distinto? Hay una característica común en varias de estas enfermedades: la inflamación de un ganglio linfático. En el linfoma hay una inflamación de los ganglios linfáticos del cuerpo, en la mononucleosis se trata de un ganglio del cuello; en los fibroadenomas son ganglios mamarios. Pero es difícil de encontrar una relación con una miocarditis, una lumbalgia o una enfermedad renal. Aún y así, el corazón es un órgano que se asocia con el amor en decodificación biológica; lo primero que notamos cuando estamos cerca de la persona amada es una aceleración del corazón, sobretodo al principio del enamoramiento. Y los riñones tienen, en el fondo, una función parecida a los ganglios linfáticos: la limpieza de nuestro organismo. En cuanto a la lumbalgia, en algunos casos es un dolor reflejo de una inflamación renal; es difícil de diferenciar si el dolor en la zona lumbar es causada por un problema renal o muscular. En cuanto a la anorexia, se trata, obviamente, de una obsesión por el aspecto físico, cuando la persona no llega nunca a estar satisfecha de su apariencia y considera siempre que debe adelgazar.
Mi teoría es que de la misma forma que dedicamos una especial atención a nuestro aspecto cuando se experimenta el primer amor, y nos arreglamos tanto como sea posible para agradar a nuestra pareja; nuestro organismo también realiza una limpieza interna extrema para estar “atractivo” también desde dentro. En el fondo, una de las mayores fuerzas de los seres vivos es la supervivencia de la especie, la reproducción, y para ello el cuerpo se prepara para tener descendencia en la mejor de las condiciones. El problema es que a veces, esta limpieza puede tener consecuencias desagradables. De la misma forma que la anorexia es una atención desmesurada por su aspecto, el organismo puede forzar a los riñones o el sistema linfático a realizar una limpieza exagerada o extraordinaria debido a que el organismo se encuentra demasiado “cargado” y tiene que realizar un trabajo demasiado duro para conseguir su objetivo.
En la aproximación del Higienismo el cuerpo inicia una crisis en respuesta a la necesidad del organismo de liberarse de materia tóxica y reparar los daños; una enfermedad es, de hecho, un proceso de curación.
Siempre hay una explicación razonable a las reacciones de nuestro organismo; no se equivoca, es una maquinaria perfecta.
Una de mis sobrinas entra en una anorexia que la obliga a ser hospitalizada cuando tiene 17 años, al empezar a salir con un chico.
En una de mis hijas, un fibroadenoma (tumor mamario benigno) se desarrolló pocos días después de empezar a salir con su novio.
El chico que se convirtió luego en mi marido, fue hospitalizado por una mononucleosis de garganta, (también denominada “enfermedad del beso”), pocos días después de empezar a salir juntos. Fue la única vez en su vida que ha estado hospitalizado.
Durante la adolescencia, mi hermano sufrió un problema renal grave que le obligó a ser hospitalizado. No lo puedo relacionar con ningún evento destacable, porque por aquel entonces yo era todavía muy pequeña.
El hijo de unos amigos padeció un linfoma a los 13 años, del cual tuvo que ser operado y ser sometido a quimioterapia.
Uno de mis clientes sufrió una fuerte lumbalgia unos días después de empezar una nueva relación, unos años después de su divorcio.
En mi caso, me aparecieron unos fibroadenomas en la edad que tuve mi primer beso.
Es mucha casualidad… ¿podría haber una relación? ¿Podría ser que el primer amor pueda ser la causa de padecer una enfermedad, a menudo grave, en la adolescencia o la juventud?
La medicina convencional dirá que si existe una conexión entre la primera relación de pareja y cierta enfermedad, será causada por un contagio. ¿Pero cómo se explica en el caso de los fibroadenomas, o una lumbalgia, por ejemplo, cuando no son causadas, en principio, por ningún virus o bacteria?
La teoría de la Nueva Medicina Germánica o la decodificación biológica da una explicación más plausible. Según estas aproximaciones alternativas, un trauma o choque emocional puede impactar de tal forma a una persona que la lleve a desarrollar una enfermedad importante, como puede ser un cáncer. Normalmente este tipo de traumas son negativos: la pérdida de un ser querido, una separación, un despido, etc. Pero puede tratarse también de un choque emocional positivo, que tenga un gran impacto en la psique de la persona. No sé cómo lo vivisteis vosotros, pero yo calificaría mi primer beso como una de las experiencias más intensas e impactantes que he experimentado en mi vida.
Pero hay muchas cuestiones: ¿por qué a cada persona le afecta de un modo distinto? Hay una característica común en varias de estas enfermedades: la inflamación de un ganglio linfático. En el linfoma hay una inflamación de los ganglios linfáticos del cuerpo, en la mononucleosis se trata de un ganglio del cuello; en los fibroadenomas son ganglios mamarios. Pero es difícil de encontrar una relación con una miocarditis, una lumbalgia o una enfermedad renal. Aún y así, el corazón es un órgano que se asocia con el amor en decodificación biológica; lo primero que notamos cuando estamos cerca de la persona amada es una aceleración del corazón, sobretodo al principio del enamoramiento. Y los riñones tienen, en el fondo, una función parecida a los ganglios linfáticos: la limpieza de nuestro organismo. En cuanto a la lumbalgia, en algunos casos es un dolor reflejo de una inflamación renal; es difícil de diferenciar si el dolor en la zona lumbar es causada por un problema renal o muscular. En cuanto a la anorexia, se trata, obviamente, de una obsesión por el aspecto físico, cuando la persona no llega nunca a estar satisfecha de su apariencia y considera siempre que debe adelgazar.
Mi teoría es que de la misma forma que dedicamos una especial atención a nuestro aspecto cuando se experimenta el primer amor, y nos arreglamos tanto como sea posible para agradar a nuestra pareja; nuestro organismo también realiza una limpieza interna extrema para estar “atractivo” también desde dentro. En el fondo, una de las mayores fuerzas de los seres vivos es la supervivencia de la especie, la reproducción, y para ello el cuerpo se prepara para tener descendencia en la mejor de las condiciones. El problema es que a veces, esta limpieza puede tener consecuencias desagradables. De la misma forma que la anorexia es una atención desmesurada por su aspecto, el organismo puede forzar a los riñones o el sistema linfático a realizar una limpieza exagerada o extraordinaria debido a que el organismo se encuentra demasiado “cargado” y tiene que realizar un trabajo demasiado duro para conseguir su objetivo.
En la aproximación del Higienismo el cuerpo inicia una crisis en respuesta a la necesidad del organismo de liberarse de materia tóxica y reparar los daños; una enfermedad es, de hecho, un proceso de curación.
Siempre hay una explicación razonable a las reacciones de nuestro organismo; no se equivoca, es una maquinaria perfecta.
Source:
Gemma Calzada blog
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