Wednesday 27 November 2024
A menudo las personas conscientes de los efectos secundarios de las medicinas convencionales se decantan por la medicina natural para tratar sus problemas de salud.
La naturopatía y la herbología es una alternativa mejor que la medicina alopática; pero hay que tener en cuenta que también puede producir efectos secundarios.
Según la aproximación de la Higiene Natural, todas y cada una de las medicinas, sea del tipo que sea, tiene algún tipo de toxicidad, y por lo tanto, efectos secundarios.
Me gustaría citar unas partes del libro “Life Science” de T.C.Fry cuando se refiere a las hierbas:
“Todas las hierbas contienen aceites volátiles y alcaloides. Todas las hierbas son fatales cuando se toman en dosis suficientemente grandes. Incluso cantidades moderadas de ciertas hierbas pueden causar vómito, diarrea, fiebre, dolor de cabeza y abortos espontáneos.
Muchas personas no se dan cuenta de que se están envenenando con las hierbas que toman. ¿Cuál es la razón? Las hierbas se toman en cantidades pequeñas; normalmente son tan pequeñas que no ocasionan ninguna reacción seria o dolorosa, pero son suficientes para causar que el cuerpo reaccione radicalmente y se apresure a eliminarlas.
Si las hierbas no son dañinas, ¿por qué deben tomarse en cantidades tan pequeñas? Al igual que la pimienta, especies y condimentos, las hierbas no se pueden ingerir en cantidades mayores que una cuchara. Todavía más explicativo es el gusto de las hierbas por sí solas. Prácticamente sin excepción, las hierbas son amargas, fuertes y no gustan. Esto indica al cuerpo que no debe comer estas sustancias.
Cuando se introducen en el cuerpo, el organismo vital intenta expulsar estas sustancias tóxicas tan rápido como sea posible. El cuerpo se protege de drogarse y envenenarse, tanto si la toxicidad procede de la farmacia como de la naturaleza.
Hierbas diferentes ocasionan diferentes reacciones en el cuerpo. Fiebre, sudoración, diarrea, aceleración o enlentecimiento de la circulación son todos signos de que el cuerpo está intentando eliminar las toxinas de las hierbas, y no son indicaciones de que la hierba está curando.
No importa cómo se utilicen las hierbas (expectorantes, estimulantes, astringentes, etc.); siempre y sin excepción añaden una carga tóxica al cuerpo, lo cual es realmente la enfermedad.
Por ejemplo, la hipertensión es una condición muy corriente entre los americanos debido a la gran cantidad de sal con la que aderezan la carne y debido a la dieta de alimentos procesados. Un alcaloide que se encuentra en ciertas hierbas llamado reserpina se utiliza para reducir la presión arterial. El ajo también es un efectivo agente reductor de la presión arterial.
Lo que sucede a veces es que las personas con hipertensión comen ajo y otras hierbas para corregir esta condición pero al mismo tiempo, continúan con su dieta habitual y toman grandes cantidades de sal.
Cuando esto sucede, el síntoma de hipertensión queda disimulado por los síntomas de la toxicidad de las hierbas. Al mismo tiempo, no se cambian los viejos hábitos y dieta que provocan la hipertensión. La hipertensión es simplemente una señal del cuerpo de que algo está mal, como la dieta o el estilo de vida.El ajo y otras hierbas pueden enmascarar el síntoma de una dieta alta en sal, pero no pueden hacer nada contra el daño renal y la destrucción celular que la toma de sal produce.
Tragar hierbas es como tragar cualquier pastilla o medicamento. El hecho de que crezcan naturalmente no les confiere ninguna propiedad extra de seguridad como remedio.
El gengibre, por ejemplo, provoca que la comida pase rápidamente a través del sistema digestivo antes de que sea completamente digerida. Por ello, estos condimentos han ganado una reputación desmerecida como “ayudas digestivas”. En lugar de ayudar a la digestión, su uso ocasiona que el cuerpo lo expulse rápidamente junto con la comida que han condimentado.
La cebolla y el ajo, dos de los aderezos más populares, están llenos de toxinas nocivas, como el aceite mostaza y la alicina. El perejil también es una hierba cuyo uso puede sobre-estimular los riñones. El componente tóxico del aloe vera es el glicósido aloína; en el sasafrás es el safrol; y en la serpentina es el alcaloide reserpina.
Las hierbas culinarias y condimentarias no son añadiduras a la dieta tan inofensivas como se cree popularmente. Su uso perturba la digestión y supone una carga al sistema de eliminación.
Si el medicamento o hierba es particularmente tóxico; si se toma en dosis relativamente importantes para la vitalidad del sujeto; o si el sujeto tiene una vitalidad particularmente baja, el resultado de su administración puede ser el cese completo del proceso de la enfermedad. El cuerpo puede verse temporalmente incapaz de expulsar las toxinas acumuladas en el cuerpo o aquellas contenidas en el medicamento o hierba.
Una enfermedad es un proceso de eliminación de la toxicidad. Uno puede ser capaz de manejar sólo una cantidad limitada de materia tóxica en un determinado momento; el cuerpo suspende temporalmente el proceso de la enfermedad y dedica sus energías a expulsar la nueva sustancia ofensiva.”
Otro libro que recomiendo consultar antes de tomar cualquier hierba es “Honest Herbal” de Tayler. Aprenderás los beneficios y efectos secundarios de la mayoría de hierbas. Por ejemplo, el gengibre puede causar depresión del sistema nervioso central y arritmias; ginkgo disminuye el tiempo de coagulación, así que atención cuando se toma anticoagulantes; la salvia cuando se consume durante un largo periodo de tiempo puede conllevar una deterioración física y mental; la hierba de San Juan puede causar fotosensibilidad; etc.
Mi opinión es que cuando uno se ve afectado por una enfermedad, en primer lugar se debería intentar buscar la causa de esta condición, sea la alimentación, el estrés, un problema emocional, la falta de dormir, o cualquier elemento del estilo de vida equivocado. Si a pesar de que se han intentado balancear todos estos aspectos, no se consigue mejorar la salud, entonces las medicinas o terapias naturales pueden ser un remedio temporal útil. Pero se debe ser consciente de que sólo se trata de un alivio y que la verdadera causa de la enfermedad no se ha tratado, así que animo a continuar buscando de dónde procede el problema de salud que se padece.
Me gustaría citar unas partes del libro “Life Science” de T.C.Fry cuando se refiere a las hierbas:
“Todas las hierbas contienen aceites volátiles y alcaloides. Todas las hierbas son fatales cuando se toman en dosis suficientemente grandes. Incluso cantidades moderadas de ciertas hierbas pueden causar vómito, diarrea, fiebre, dolor de cabeza y abortos espontáneos.
Muchas personas no se dan cuenta de que se están envenenando con las hierbas que toman. ¿Cuál es la razón? Las hierbas se toman en cantidades pequeñas; normalmente son tan pequeñas que no ocasionan ninguna reacción seria o dolorosa, pero son suficientes para causar que el cuerpo reaccione radicalmente y se apresure a eliminarlas.
Si las hierbas no son dañinas, ¿por qué deben tomarse en cantidades tan pequeñas? Al igual que la pimienta, especies y condimentos, las hierbas no se pueden ingerir en cantidades mayores que una cuchara. Todavía más explicativo es el gusto de las hierbas por sí solas. Prácticamente sin excepción, las hierbas son amargas, fuertes y no gustan. Esto indica al cuerpo que no debe comer estas sustancias.
Cuando se introducen en el cuerpo, el organismo vital intenta expulsar estas sustancias tóxicas tan rápido como sea posible. El cuerpo se protege de drogarse y envenenarse, tanto si la toxicidad procede de la farmacia como de la naturaleza.
Hierbas diferentes ocasionan diferentes reacciones en el cuerpo. Fiebre, sudoración, diarrea, aceleración o enlentecimiento de la circulación son todos signos de que el cuerpo está intentando eliminar las toxinas de las hierbas, y no son indicaciones de que la hierba está curando.
No importa cómo se utilicen las hierbas (expectorantes, estimulantes, astringentes, etc.); siempre y sin excepción añaden una carga tóxica al cuerpo, lo cual es realmente la enfermedad.
Por ejemplo, la hipertensión es una condición muy corriente entre los americanos debido a la gran cantidad de sal con la que aderezan la carne y debido a la dieta de alimentos procesados. Un alcaloide que se encuentra en ciertas hierbas llamado reserpina se utiliza para reducir la presión arterial. El ajo también es un efectivo agente reductor de la presión arterial.
Lo que sucede a veces es que las personas con hipertensión comen ajo y otras hierbas para corregir esta condición pero al mismo tiempo, continúan con su dieta habitual y toman grandes cantidades de sal.
Cuando esto sucede, el síntoma de hipertensión queda disimulado por los síntomas de la toxicidad de las hierbas. Al mismo tiempo, no se cambian los viejos hábitos y dieta que provocan la hipertensión. La hipertensión es simplemente una señal del cuerpo de que algo está mal, como la dieta o el estilo de vida.El ajo y otras hierbas pueden enmascarar el síntoma de una dieta alta en sal, pero no pueden hacer nada contra el daño renal y la destrucción celular que la toma de sal produce.
Tragar hierbas es como tragar cualquier pastilla o medicamento. El hecho de que crezcan naturalmente no les confiere ninguna propiedad extra de seguridad como remedio.
El gengibre, por ejemplo, provoca que la comida pase rápidamente a través del sistema digestivo antes de que sea completamente digerida. Por ello, estos condimentos han ganado una reputación desmerecida como “ayudas digestivas”. En lugar de ayudar a la digestión, su uso ocasiona que el cuerpo lo expulse rápidamente junto con la comida que han condimentado.
La cebolla y el ajo, dos de los aderezos más populares, están llenos de toxinas nocivas, como el aceite mostaza y la alicina. El perejil también es una hierba cuyo uso puede sobre-estimular los riñones. El componente tóxico del aloe vera es el glicósido aloína; en el sasafrás es el safrol; y en la serpentina es el alcaloide reserpina.
Las hierbas culinarias y condimentarias no son añadiduras a la dieta tan inofensivas como se cree popularmente. Su uso perturba la digestión y supone una carga al sistema de eliminación.
Si el medicamento o hierba es particularmente tóxico; si se toma en dosis relativamente importantes para la vitalidad del sujeto; o si el sujeto tiene una vitalidad particularmente baja, el resultado de su administración puede ser el cese completo del proceso de la enfermedad. El cuerpo puede verse temporalmente incapaz de expulsar las toxinas acumuladas en el cuerpo o aquellas contenidas en el medicamento o hierba.
Una enfermedad es un proceso de eliminación de la toxicidad. Uno puede ser capaz de manejar sólo una cantidad limitada de materia tóxica en un determinado momento; el cuerpo suspende temporalmente el proceso de la enfermedad y dedica sus energías a expulsar la nueva sustancia ofensiva.”
Otro libro que recomiendo consultar antes de tomar cualquier hierba es “Honest Herbal” de Tayler. Aprenderás los beneficios y efectos secundarios de la mayoría de hierbas. Por ejemplo, el gengibre puede causar depresión del sistema nervioso central y arritmias; ginkgo disminuye el tiempo de coagulación, así que atención cuando se toma anticoagulantes; la salvia cuando se consume durante un largo periodo de tiempo puede conllevar una deterioración física y mental; la hierba de San Juan puede causar fotosensibilidad; etc.
Mi opinión es que cuando uno se ve afectado por una enfermedad, en primer lugar se debería intentar buscar la causa de esta condición, sea la alimentación, el estrés, un problema emocional, la falta de dormir, o cualquier elemento del estilo de vida equivocado. Si a pesar de que se han intentado balancear todos estos aspectos, no se consigue mejorar la salud, entonces las medicinas o terapias naturales pueden ser un remedio temporal útil. Pero se debe ser consciente de que sólo se trata de un alivio y que la verdadera causa de la enfermedad no se ha tratado, así que animo a continuar buscando de dónde procede el problema de salud que se padece.
Friday 1 November 2024
A la mayoría de los niños no les gusta la verdura.
En este artículo encontrarás algunas ideas sobre cómo hacer que la verdura sea más apetitosa, o cómo esconderla en otros platos, o cómo proveer a tus hijos los mismos nutrientes que contiene la verdura de otras formas.
En este artículo hay algunas sugerencias sobre cómo preparar la verdura para que tus hijos la coman: una salsa de tomate con verduras, la ensaladilla rusa, verduras gratinadas, pasteles de patata, espaguetis vegetales, chips vegetales; esconder verduras en la lasaña, canelones, tortillas, rollitos de primavera, pizzas; cocinarlas rebozadas, etc.
Pero si ninguno de estos trucos funciona, no te preocupes. Hay dos alternativas más:
1) Suministrar los nutrientes de las verduras via suplementos. Esta opción no es mi favorita, solamente la recomendaría si la siguiente opción tampoco tiene éxito.
2) Alimentarlos con frutas.
La fruta contiene nutrientes similares a la verdura; puede cubrir las necesidades en vitaminas, minerales, fibra, oligoelementos, antioxidantes y agua orgánica para disfrutar de una buena salud. Es cierto que la verdura tiene una concentración más elevada de minerales, pero no necesitamos una cantidad tan grande de estos elementos.
Respecto al azúcar de la fruta, no hay que alarmarse. El principal azúcar de la fruta es la fructosa, y la vía metabólica de la fructosa no necesita insulina, así que no produce los picos de azúcar en sangre que sí conlleva la ingesta azúcar.
Otra razón es que los azúcares que contiene la fruta están acompañados de fibra que ralentiza su absorción. De hecho, muchos estudios sugieren que comer diariamente fruta fresca reduce el riesgo de diabetes.
Es preferible tomar la fruta antes de las comidas, porque la fruta se digiere más rápidamente que los otros alimentos, y se evita que la fruta quede bloqueada en el tubo digestivo esperando que otros alimentos sean digeridos y se produzcan gases.
Incluso mejor si la fruta se toma sola, para desayunar o merendar por ejemplo; y preparar una comida a base de frutas es una idea excelente.
La próxima vez que tu hijo/a rechace la verdura del plato, puedes darle una pieza de fruta.
Pero si ninguno de estos trucos funciona, no te preocupes. Hay dos alternativas más:
1) Suministrar los nutrientes de las verduras via suplementos. Esta opción no es mi favorita, solamente la recomendaría si la siguiente opción tampoco tiene éxito.
2) Alimentarlos con frutas.
La fruta contiene nutrientes similares a la verdura; puede cubrir las necesidades en vitaminas, minerales, fibra, oligoelementos, antioxidantes y agua orgánica para disfrutar de una buena salud. Es cierto que la verdura tiene una concentración más elevada de minerales, pero no necesitamos una cantidad tan grande de estos elementos.
Respecto al azúcar de la fruta, no hay que alarmarse. El principal azúcar de la fruta es la fructosa, y la vía metabólica de la fructosa no necesita insulina, así que no produce los picos de azúcar en sangre que sí conlleva la ingesta azúcar.
Otra razón es que los azúcares que contiene la fruta están acompañados de fibra que ralentiza su absorción. De hecho, muchos estudios sugieren que comer diariamente fruta fresca reduce el riesgo de diabetes.
Es preferible tomar la fruta antes de las comidas, porque la fruta se digiere más rápidamente que los otros alimentos, y se evita que la fruta quede bloqueada en el tubo digestivo esperando que otros alimentos sean digeridos y se produzcan gases.
Incluso mejor si la fruta se toma sola, para desayunar o merendar por ejemplo; y preparar una comida a base de frutas es una idea excelente.
La próxima vez que tu hijo/a rechace la verdura del plato, puedes darle una pieza de fruta.
Monday 23 September 2024
Se conoce muy bien los estragos que el estrés causa en la salud. La respuesta de ´lucha o huída´ inhibe el sistema inmunitario, el sistema digestivo y el sistema de eliminación. Así que el estrés induce toxemia en el organismo, la cual es una de las causas de las alergias e hipersensibilidades según la aproximación del Higienismo.
Más exactamente, respecto al sistema inmunitario, parece ser que el estrés suprime la rama TH1, la responsable de combatir los virus y bacterias, del sistema inmunitario y activa la rama TH2, caracterizada por la liberación de histamina, lo cual da como resultado ojos llorosos, estornudos, tos, picores, etc. Una posible razón que se argumenta en medicina es que el cuerpo inhibe la respuesta TH1 forzando el cuerpo a descansar para conservar la energía de “lucha” contra estos microbios, lo cual no es deseable en una situación de estrés, cuando el cuerpo necesita utilizar la energía principalmente para la respuesta de ´lucha o huída´ contra la causa del estrés.
Desde el punto de vista del Higienismo, los actores de TH1 están realizando una operación de limpieza de la toxemia del cuerpo, lo cual puede implicar también a microorganismos para descomponer la suciedad interna del cuerpo. Esta limpieza se detiene con el estrés, por lo que aumenta la toxemia.
En cualquier caso, la función TH1 no es la prioritaria en una situación de estrés.
Yo he comprobado que el estrés me hace más propensa a tener alergia. Una simple relajación es suficiente para reducir mi alergia considerablemente, e incluso a veces pararla completamente.
El estrés es completamente subjetivo. En una misma situación una persona puede sentir estrés y otra puede encontrarlo divertido. Por ejemplo, el perro de una familia está jugando en el jardín donde está aparcado el coche, y no quiere entrar en casa. Toda la familia lo persigue para traerlo dentro, pero el perro es escurridizo. Los niños ríen, la madre encuentra la situación cómica, pero el padre está muy estresado porque necesita ir al trabajo, y no puede abrir la verja porque el perro podría escaparse.
El estrés no es dañino para todas las personas. Un estudio muestra que el estrés solamente es dañino para la salud de las personas que creen que este es el caso; si creen que el estrés tiene un gran impacto en su salud entonces lo tiene, pero las personas con mucho estrés pero que no tienen una percepción de que el estrés incide en su salud tienen muy pocos problemas debidos al estrés. Las creencias y la mente son muy poderosas.
El estrés puede ayudar a dar lo mejor de nosotros en ciertas situaciones. A corto plazo, si el estrés dura poco tiempo y está relacionado con algo específico, se estimula la facultad de solucionar problemas, nuestra memoria, nuestras habilidades sociales, etc; pero el estrés a largo plazo, o si nos estresamos porque estamos estresados entonces hablamos de ansiedad, lo cual tiene consecuencias más serias para la salud.
Para manejar el estrés en personas hipersensibles, el primer paso es evitar volverse más estresado y ansioso cuando se tiene una crisis de hipersensibilidad. Debemos aceptar las reacciones de nuestro cuerpo, porque nuestro organismo conoce mejor qué nos conviene para nuestra salud; la naturaleza es infinitamente más sabia que nosotros. Así que si luchamos contra las hipersensibilidades con medicamentos entonces pueden convertirse en un peligro real para nuestra salud.
El segundo paso es cambiar nuestra mentalidad. El estrés es subjetivo, así que si no podemos evitar la situación estresante, debemos cambiar nuestra actitud frente a ella, porque no podemos controlar el mundo a nuestro alrededor. Hay muchas técnicas para tratar el estrés: meditación, visualizaciones, afirmaciones, sofrología, oración, etc.
Desde el punto de vista del Higienismo, los actores de TH1 están realizando una operación de limpieza de la toxemia del cuerpo, lo cual puede implicar también a microorganismos para descomponer la suciedad interna del cuerpo. Esta limpieza se detiene con el estrés, por lo que aumenta la toxemia.
En cualquier caso, la función TH1 no es la prioritaria en una situación de estrés.
Yo he comprobado que el estrés me hace más propensa a tener alergia. Una simple relajación es suficiente para reducir mi alergia considerablemente, e incluso a veces pararla completamente.
El estrés es completamente subjetivo. En una misma situación una persona puede sentir estrés y otra puede encontrarlo divertido. Por ejemplo, el perro de una familia está jugando en el jardín donde está aparcado el coche, y no quiere entrar en casa. Toda la familia lo persigue para traerlo dentro, pero el perro es escurridizo. Los niños ríen, la madre encuentra la situación cómica, pero el padre está muy estresado porque necesita ir al trabajo, y no puede abrir la verja porque el perro podría escaparse.
El estrés no es dañino para todas las personas. Un estudio muestra que el estrés solamente es dañino para la salud de las personas que creen que este es el caso; si creen que el estrés tiene un gran impacto en su salud entonces lo tiene, pero las personas con mucho estrés pero que no tienen una percepción de que el estrés incide en su salud tienen muy pocos problemas debidos al estrés. Las creencias y la mente son muy poderosas.
El estrés puede ayudar a dar lo mejor de nosotros en ciertas situaciones. A corto plazo, si el estrés dura poco tiempo y está relacionado con algo específico, se estimula la facultad de solucionar problemas, nuestra memoria, nuestras habilidades sociales, etc; pero el estrés a largo plazo, o si nos estresamos porque estamos estresados entonces hablamos de ansiedad, lo cual tiene consecuencias más serias para la salud.
Para manejar el estrés en personas hipersensibles, el primer paso es evitar volverse más estresado y ansioso cuando se tiene una crisis de hipersensibilidad. Debemos aceptar las reacciones de nuestro cuerpo, porque nuestro organismo conoce mejor qué nos conviene para nuestra salud; la naturaleza es infinitamente más sabia que nosotros. Así que si luchamos contra las hipersensibilidades con medicamentos entonces pueden convertirse en un peligro real para nuestra salud.
El segundo paso es cambiar nuestra mentalidad. El estrés es subjetivo, así que si no podemos evitar la situación estresante, debemos cambiar nuestra actitud frente a ella, porque no podemos controlar el mundo a nuestro alrededor. Hay muchas técnicas para tratar el estrés: meditación, visualizaciones, afirmaciones, sofrología, oración, etc.
Friday 16 August 2024
Si eres sensible al sol, quizás eliminar las proteínas animales de tu dieta puede ser la solución. Según mi experiencia, las personas que comen carne o pescado tienen algún tipo de sensibilidad al sol en diferentes grados; desde necesitar gafas de sol hasta quemarse fácilmente al exponerse al sol. Por el contrario, las personas vegetarianas normalmente no necesitan gafas de sol, incluso para conducir; resisten el sol sin quemarse, incluso sin necesitar crema solar, y soportan el calor del sol más fácilmente.
Hay varias posibles explicaciones.
Una teoría es que las proteínas animales disminuyen el nivel de energía vital hasta el punto de la toxemia. Las bacterias de nuestra microflora intestinal que se alimentan de proteínas, como Clostridium, producen neurotoxinas. Igualmente, también pueden ser a causa de levaduras, como Candida, u hongos, debido a que las proteínas bloquean el paso de los carbohidratos por el intestino, provocando su fermentación por parte de estos microorganismos. Cualquier neurotoxina producida por estas bacterias proteolíticas, levaduras, u hongos, aumenta la sensibilidad neurológica a todo estímulo exterior, como el ruido, la luz, el sol, etc.
Otra teoría es que las bacterias proteolíticas causan el síndrome del intestino permeable (“leaky gut”), dejando pasar desde el intestino a la sangre substancias no deseables, lo cual es una de las causas de las hipersensibilidades.
La explicación más plausible se sustenta en el hecho de que las bacterias que se nutren de proteínas liberan una gran cantidad de histamina. Por otra parte, la exposición al sol también provoca la liberación de histamina. Pero si el organismo ya se encuentra sobrecargado en su tarea de descomponer la ingente cantidad de histamina procedente de la carne y el pescado, entonces no puede tratar la histamina procedente de otras fuentes, como de la exposición al sol.
Una teoría es que las proteínas animales disminuyen el nivel de energía vital hasta el punto de la toxemia. Las bacterias de nuestra microflora intestinal que se alimentan de proteínas, como Clostridium, producen neurotoxinas. Igualmente, también pueden ser a causa de levaduras, como Candida, u hongos, debido a que las proteínas bloquean el paso de los carbohidratos por el intestino, provocando su fermentación por parte de estos microorganismos. Cualquier neurotoxina producida por estas bacterias proteolíticas, levaduras, u hongos, aumenta la sensibilidad neurológica a todo estímulo exterior, como el ruido, la luz, el sol, etc.
Otra teoría es que las bacterias proteolíticas causan el síndrome del intestino permeable (“leaky gut”), dejando pasar desde el intestino a la sangre substancias no deseables, lo cual es una de las causas de las hipersensibilidades.
La explicación más plausible se sustenta en el hecho de que las bacterias que se nutren de proteínas liberan una gran cantidad de histamina. Por otra parte, la exposición al sol también provoca la liberación de histamina. Pero si el organismo ya se encuentra sobrecargado en su tarea de descomponer la ingente cantidad de histamina procedente de la carne y el pescado, entonces no puede tratar la histamina procedente de otras fuentes, como de la exposición al sol.
Thursday 28 March 2024
¿Sufristeis alguna vez algún problema importante de salud durante la adolescencia o en la juventud temprana, coincidiendo con la época que experimentasteis vuestro primer amor; una enfermedad completamente diferente a las de la infancia?
Observando mi entorno familiar y de amistades, he encontrado que entre los 13 y los 20 años aproximadamente, muchas personas sufren una enfermedad importante, normalmente de tipología extraña. Sucede a menudo después de un evento importante en su vida, como el primer beso. Y a los muchachos les ocurre más a menudo que a las chicas.
Os doy algunos ejemplos de personas de mi entorno familiar y de amistades.
Un chico empezó a padecer una enfermedad del corazón, una miocarditis, cuando tenía 16 años, que le ha obligado a acudir al hospital varias veces.
Una joven cae en una anorexia al extremo que necesitar ser hospitalizada cuando tiene 17 años, al empezar a salir con un chico.
En una joven, un fibroadenoma (tumor mamario benigno) se desarrolló pocos días después de empezar a salir con su novio. Cuatro años después no ha vuelto a tener ninguno más.
Un chico fue hospitalizado por una mononucleosis de garganta, (también denominada “enfermedad del beso”), pocos días después de empezar a salir con una chica. Fue la única vez en su vida que ha estado hospitalizado.
Durante la adolescencia, un joven sufre un problema renal grave que le obligó a ser ingresado en el hospital.
Un chico padeció un linfoma a los 13 años, del cual tuvo que ser operado y ser sometido a quimioterapia.
Uno de mis clientes sufrió una fuerte lumbalgia unos días después de empezar una nueva relación, unos años después de su divorcio.
A una chica le aparecieron unos fibroadenomas en la edad que tuvo su primer beso. Nunca más en mi vida le han vuelto a crecer más fibroadenomas.
Es mucha casualidad… ¿podría haber una relación? ¿Podría ser que el primer amor pueda ser la causa de padecer una enfermedad, a menudo grave, en la adolescencia o la juventud?
La medicina convencional dirá que si existe una conexión entre la primera relación de pareja y cierta enfermedad, será causada por un contagio. Curiosamente, por ejemplo, en la mononucleosis, aunque en medicina se dice que se transmite a través de la saliva, la chica no tuvo dicha enfermedad, ni antes ni después de su crisis. ¿Cómo se explica el contagio también, en el caso de los fibroadenomas, o una lumbalgia, por ejemplo, cuando no son causadas, en principio, por ningún virus o bacteria?
La teoría de la Nueva Medicina Germánica o la decodificación biológica da una explicación más plausible. Según estas aproximaciones alternativas, un trauma o choque emocional puede impactar de tal forma a una persona que la lleve a desarrollar una enfermedad importante, como puede ser un cáncer. Normalmente este tipo de traumas son negativos: la pérdida de un ser querido, una separación, un despido, etc. Pero puede tratarse también de un choque emocional positivo, que tenga un gran impacto en la psique de la persona. No sé cómo lo vivisteis vosotros, pero yo calificaría mi primer beso como una de las experiencias más intensas e impactantes de mi vida.
Pero hay muchas cuestiones: ¿por qué a cada persona le afecta de un modo distinto? Podría ser que no todas las enfermedades que he mencionado en los casos que conozco fueran debidos al primer amor; desconozco la situación sentimental de algunas de esas personas cuando padecieron esas condiciones.
Pero hay una característica común en varias de estas enfermedades: la inflamación de un ganglio linfático. En el linfoma hay una inflamación de los ganglios linfáticos del cuerpo, en la mononucleosis se trata de un ganglio del cuello; en los fibroadenomas son ganglios mamarios. Pero es difícil de encontrar una relación con una miocarditis, una lumbalgia o una enfermedad renal. Aún y así, el corazón es un órgano que se asocia con el amor en decodificación biológica; lo primero que notamos cuando estamos cerca de la persona amada es una aceleración del corazón, sobretodo al principio del enamoramiento. Y los riñones tienen, en el fondo, una función parecida a los ganglios linfáticos: la limpieza de nuestro organismo. En cuanto a la lumbalgia, en algunos casos es un dolor reflejo de una inflamación renal; es difícil de diferenciar si el dolor en la zona lumbar es causada por un problema renal o muscular. En cuanto a la anorexia, se trata, obviamente, de una obsesión por el aspecto físico, cuando la persona no llega nunca a estar satisfecha de su apariencia y considera siempre que debe adelgazar.
Mi teoría es que de la misma forma que dedicamos una especial atención a nuestro aspecto cuando se experimenta el primer amor, y nos arreglamos tanto como sea posible para agradar a nuestra pareja; nuestro organismo también realiza una limpieza interna extrema para estar “atractivo” también desde dentro. En el fondo, una de las mayores fuerzas de los seres vivos es la supervivencia de la especie, la reproducción, y para ello el cuerpo se prepara para tener descendencia en la mejor de las condiciones. El problema es que a veces, esta limpieza puede tener consecuencias desagradables. De la misma forma que la anorexia es una atención desmesurada por su aspecto, el organismo puede forzar a los riñones o el sistema linfático a realizar una limpieza exagerada o extraordinaria debido a que el organismo se encuentra demasiado “cargado” y tiene que realizar un trabajo demasiado duro para conseguir su objetivo.
La forma en que cada persona vive su primer amor emocionalmente, la carga tóxica interna de cada organismo durante ese período de la vida, y la genética son diferentes en cada uno; lo cual puede explicar las diferencias en la forma en que este acontecimiento afecta a la salud de cada persona.
En la aproximación del Higienismo el cuerpo inicia una crisis en respuesta a la necesidad del organismo de liberarse de materia tóxica y reparar los daños; una enfermedad es, de hecho, un proceso de curación.
Siempre hay una explicación razonable a las reacciones de nuestro organismo; no se equivoca, siempre actúa de la forma más adecuada según nuestro estado interno.
Un chico empezó a padecer una enfermedad del corazón, una miocarditis, cuando tenía 16 años, que le ha obligado a acudir al hospital varias veces.
Una joven cae en una anorexia al extremo que necesitar ser hospitalizada cuando tiene 17 años, al empezar a salir con un chico.
En una joven, un fibroadenoma (tumor mamario benigno) se desarrolló pocos días después de empezar a salir con su novio. Cuatro años después no ha vuelto a tener ninguno más.
Un chico fue hospitalizado por una mononucleosis de garganta, (también denominada “enfermedad del beso”), pocos días después de empezar a salir con una chica. Fue la única vez en su vida que ha estado hospitalizado.
Durante la adolescencia, un joven sufre un problema renal grave que le obligó a ser ingresado en el hospital.
Un chico padeció un linfoma a los 13 años, del cual tuvo que ser operado y ser sometido a quimioterapia.
Uno de mis clientes sufrió una fuerte lumbalgia unos días después de empezar una nueva relación, unos años después de su divorcio.
A una chica le aparecieron unos fibroadenomas en la edad que tuvo su primer beso. Nunca más en mi vida le han vuelto a crecer más fibroadenomas.
Es mucha casualidad… ¿podría haber una relación? ¿Podría ser que el primer amor pueda ser la causa de padecer una enfermedad, a menudo grave, en la adolescencia o la juventud?
La medicina convencional dirá que si existe una conexión entre la primera relación de pareja y cierta enfermedad, será causada por un contagio. Curiosamente, por ejemplo, en la mononucleosis, aunque en medicina se dice que se transmite a través de la saliva, la chica no tuvo dicha enfermedad, ni antes ni después de su crisis. ¿Cómo se explica el contagio también, en el caso de los fibroadenomas, o una lumbalgia, por ejemplo, cuando no son causadas, en principio, por ningún virus o bacteria?
La teoría de la Nueva Medicina Germánica o la decodificación biológica da una explicación más plausible. Según estas aproximaciones alternativas, un trauma o choque emocional puede impactar de tal forma a una persona que la lleve a desarrollar una enfermedad importante, como puede ser un cáncer. Normalmente este tipo de traumas son negativos: la pérdida de un ser querido, una separación, un despido, etc. Pero puede tratarse también de un choque emocional positivo, que tenga un gran impacto en la psique de la persona. No sé cómo lo vivisteis vosotros, pero yo calificaría mi primer beso como una de las experiencias más intensas e impactantes de mi vida.
Pero hay muchas cuestiones: ¿por qué a cada persona le afecta de un modo distinto? Podría ser que no todas las enfermedades que he mencionado en los casos que conozco fueran debidos al primer amor; desconozco la situación sentimental de algunas de esas personas cuando padecieron esas condiciones.
Pero hay una característica común en varias de estas enfermedades: la inflamación de un ganglio linfático. En el linfoma hay una inflamación de los ganglios linfáticos del cuerpo, en la mononucleosis se trata de un ganglio del cuello; en los fibroadenomas son ganglios mamarios. Pero es difícil de encontrar una relación con una miocarditis, una lumbalgia o una enfermedad renal. Aún y así, el corazón es un órgano que se asocia con el amor en decodificación biológica; lo primero que notamos cuando estamos cerca de la persona amada es una aceleración del corazón, sobretodo al principio del enamoramiento. Y los riñones tienen, en el fondo, una función parecida a los ganglios linfáticos: la limpieza de nuestro organismo. En cuanto a la lumbalgia, en algunos casos es un dolor reflejo de una inflamación renal; es difícil de diferenciar si el dolor en la zona lumbar es causada por un problema renal o muscular. En cuanto a la anorexia, se trata, obviamente, de una obsesión por el aspecto físico, cuando la persona no llega nunca a estar satisfecha de su apariencia y considera siempre que debe adelgazar.
Mi teoría es que de la misma forma que dedicamos una especial atención a nuestro aspecto cuando se experimenta el primer amor, y nos arreglamos tanto como sea posible para agradar a nuestra pareja; nuestro organismo también realiza una limpieza interna extrema para estar “atractivo” también desde dentro. En el fondo, una de las mayores fuerzas de los seres vivos es la supervivencia de la especie, la reproducción, y para ello el cuerpo se prepara para tener descendencia en la mejor de las condiciones. El problema es que a veces, esta limpieza puede tener consecuencias desagradables. De la misma forma que la anorexia es una atención desmesurada por su aspecto, el organismo puede forzar a los riñones o el sistema linfático a realizar una limpieza exagerada o extraordinaria debido a que el organismo se encuentra demasiado “cargado” y tiene que realizar un trabajo demasiado duro para conseguir su objetivo.
La forma en que cada persona vive su primer amor emocionalmente, la carga tóxica interna de cada organismo durante ese período de la vida, y la genética son diferentes en cada uno; lo cual puede explicar las diferencias en la forma en que este acontecimiento afecta a la salud de cada persona.
En la aproximación del Higienismo el cuerpo inicia una crisis en respuesta a la necesidad del organismo de liberarse de materia tóxica y reparar los daños; una enfermedad es, de hecho, un proceso de curación.
Siempre hay una explicación razonable a las reacciones de nuestro organismo; no se equivoca, siempre actúa de la forma más adecuada según nuestro estado interno.